Descubre qué ver en Jerusalén, un destino enigmático, lleno de historia, espiritualidad y encanto. Sin lugar a dudas, una de las ciudades más interesantes y apasionantes sobre la tierra.
Ubicada sobre los montes de Judea, Jerusalén se encuentra entre el mar Mediterráneo y el mar Muerto. Fue fundada hace 5000 años, y se le considera una de las ciudades más antiguas del mundo. Los asentamientos más arcaicos, conocidos como Ciudad Vieja, fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 1981.
Arte, cultura, tradición, son sólo algunos de los ingredientes que hacen de Jerusalén un lugar con una magia y una energía difíciles de explicar. Sus laberínticas calles que no siguen ninguna planificación, están repletas de tesoros que deleitan a todos los sentidos.
Jerusalén, la Ciudad 3 veces Santa
Caminar por Jerusalén es encontrarse con los vivaces musulmanes del zoco, con el paso apresurado de los judíos ortodoxos, y con el solemne silencio de los cristianos peregrinos. Es normal encontrar mezquitas, iglesias y sinagogas en cada esquina, ya que se trata de un importante lugar sagrado para las principales doctrinas monoteístas.
Según la Biblia Cristiana, Jerusalén fue el escenario de la pasión de Jesucristo, su crucificción, muerte y resurrección. Los judíos veneran el Muro de los Lamentos, último vestigio del histórico templo de Salomón. Mientras que para los musulmanes, Mahoma ascendió al cielo desde la increíble Cúpula de Roca, ubicada en la ciudad.
Es por esas razones que Jerusalén es considerada como la Ciudad 3 veces Santa, ya que es un punto clave de culto para millones de creyentes alrededor del mundo.
Qué ver en Jerusalén
Aunque no seas una persona particularmente religiosa, Jerusalén sigue siendo uno de los lugares más interesantes por conocer. Sus rincones históricos, su invaluable arquitectura, y la convergencia de culturas muy distintas, le otorgan todos los ingredientes para ser el destino ideal donde cualquier viajero quiere aventurarse.
En Ocio Hoteles te contamos sobre los lugares más sagrados, que debes conocer en una visita a Jerusalén, para que no te pierdas de nada.
Basílica del Santo Sepulcro
La Basílica del Santo Sepulcro, también conocida como Iglesia de la Resurrección, es el lugar más importante dentro de la fe cristiana. Ya que se levanta sobre el sitio donde ocurrió la pasión de Cristo, la piedra angular del cristianismo. La vibra del Santo Sepulcro es indescriptible. Desde su majestuosidad, hasta el olor a incienso, las oraciones y los cánticos de miles de feligreses.
Dentro del templo, conviven seis comunidades cristianas muy distintas entre sí: armenios, etíopes, griegos, franciscanos, coptos y sirios. La interacción entre ellos es casi nula, sin embargo, el contraste entre sus atuendos y sus cánticos genera una atmósfera muy especial y mística.
Conocer el Santo Sepulcro en su totalidad puede tomar varias horas. Además de su magnitud, también requiere especial atención a sus rituales y detalles. Aún así, tres puntos imperdibles son: El Monte Calvario, la Piedra de la Unción y el Edículo: la Tumba de Jesús.
Como dato curioso, las llaves del Santo Sepulcro están custodiadas por una familia de musulmanes, desde el año 1192. La responsabilidad se ha pasado entre sus miembros de generación en generación, durante casi un milenio.
El Muro de los Lamentos
El Muro de los Lamentos, también conocido como Muro de las Lamentaciones, es uno de los mayores símbolos qué ver en Jerusalén. Día tras día, cientos de miles de feligreses y curiosos, visitan el icónico muro y depositan sus deseos según la tradición.
Este muro es el único vestigio que queda en pie del Segundo Templo de Jerusalén. En el año 70 d.c las tropas del emperador Tito destruyeron el templo, salvo esa enorme pared. Los judíos lo vieron como una señal de Dios, y su promesa de proteger una parte del templo, como símbolo de su alianza con el pueblo.
Para los judíos, el Muro de los Lamentos es el signo más grande de su fe. Hombres y mujeres llegan hasta él de todos los rincones del mundo para rezar por la venida del Mesías, por el retorno de los exiliados, la reconstrucción del templo, y millones de cosas más.
En los rezos los hombres mueven la cabeza, hacen corrillos y recitan salmos en voz alta, lo cual es muy llamativo y parte fundamental de la atmósfera que se respira en el lugar. Las mujeres por tradición debían rezar en silencio, sin embargo, desde 2013 tienen permitido rezar en voz alta y usar los mismos símbolos que los hombres.
Cúpula de la Roca
La Cúpula de la Roca, con su brillante resplandor dorado, es un majestuoso monumento capaz de intimidar a cualquiera, incluso a la distancia.
También conocida como la Mezquita de Umar, representa la atracción más importante de la Ciudad Vieja. Y, a pesar de que la entrada está prohibida para cualquiera no musulmán, echarle un vistazo desde la Explanada de las Mezquitas a la impresionante cúpula, vale por completo la pena.
Este valioso lugar de culto es el tercer sitio más sagrado para el islam después de la Meca y Medina. Como detalle curioso, la Cúpula de la Roca también es un lugar sagrado para los judíos, ya que según sus creencias, el profeta Abraham casi sacrifica a su hijo allí.
Monte de los Olivos
El Monte de los Olivos es tan viejo y representativo como Jerusalén. Algunos de los pasajes más célebres de la Biblia tienen como fondo la impresionante colina, cubierta de olivos que ha resistido impasible el paso del tiempo.
El lugar donde Cristo recitó su última oración, donde Judas lo entregó a la muerte, donde el mesías dio sermones a sus seguidores. Sin duda, un sitio muy especial para la religión cristiana, que levantó decenas de iglesias a su alrededor, entre las que destacan la Basílica de Getsemaní y la Iglesia María de la Magdalena.
Pero, aunque el fervor cristiano esté muy presente, el Monte de los Olivos también representa vital importancia para el pueblo judío. Allí reposa el cementerio más antiguo del mundo, que pertenece a la cultura judía, con más de 3.000 años de antigüedad, y un aproximado de 150.000 tumbas.
Según la profecía, cuando el Mesías judío llegue, resucitará a los muertos, empezando por los que descansan en el Monte de los Olivos. Por lo tanto, ser enterrado allí es un honor muy codiciado.
Así llegamos al final de los sitios más simbólicos qué ver en Jerusalén con las opiniones de Ocio Hoteles. Un paseo por la historia, la cultura y la espiritualidad, en una ciudad que está llena de tesoros.